Elvis y Ann-Margret: Secretos y errores ocultos en “Viva Las Vegas”

Elvis Presley es, sin duda, una de las figuras más icónicas de la música y el cine. Su presencia en la pantalla siempre fue magnética, pero en Viva Las Vegas (1964), la química con Ann-Margret alcanzó un nivel electrizante. Juntos protagonizaron una de las películas más recordadas del “Rey del Rock”, convirtiéndola en un éxito de taquilla. Sin embargo, más allá del glamour y la música, esta producción estuvo llena de erroresmomentos inesperados y detalles curiosos que pasaron desapercibidos durante años.

Elvis interpretó a Lucky Jackson, un piloto de carreras decidido a triunfar en Las Vegas, mientras que Ann-Margret dio vida a Rusty Martin, una carismática bailarina que roba su corazón. A pesar de ser una de las películas más populares de la carrera de Presley, muchos fanáticos desconocen las curiosas anécdotas que ocurrieron durante el rodaje.

El inesperado récord de “Viva Las Vegas”

Aunque muchos creen que Blue Hawaii fue el mayor éxito de taquilla de Elvis, la realidad es que Viva Las Vegas superó esa cifra por aproximadamente 450.000 dólares, convirtiéndose en su película más rentable. Además, con solo 1 hora y 25 minutos de duración, es la producción más corta de su filmografía.

Ann-Margret, la estrella que eclipsó a Elvis

En los años 60, Ann-Margret era una de las actrices más solicitadas de Hollywood, tanto que algunos cines llegaron a colocar su nombre por encima del de Elvis en los carteles promocionales. Este detalle no pasó desapercibido, y según varios rumores, incluso generó tensión entre el “Rey del Rock” y el director George Sidney.

Elvis, acostumbrado a ser el centro de atención, notó que muchas escenas favorecían a su coprotagonista. De hecho, Red West, uno de los amigos más cercanos de Presley, reveló que el cantante se quejó en privado de que el director estaba dándole demasiada relevancia a Ann-Margret.

Los lugares de Las Vegas que desaparecieron

Uno de los elementos más fascinantes de Viva Las Vegas es la forma en que captura la esencia de la ciudad en los años 60. Sin embargo, de todos los casinos y escenarios que aparecen en la película, solo seis siguen en pie hoy en día. Esto refleja la constante evolución de Las Vegas, donde los grandes hoteles y centros de entretenimiento han sido demolidos o renovados a lo largo de las décadas.

La conexión innegable entre Elvis y Ann-Margret

El romance en pantalla entre Lucky y Rusty no fue solo actuación. Fuera del set, Elvis y Ann-Margret desarrollaron una relación especial que trascendió la filmación. Ann-Margret llegó a describir su conexión como algo “eléctrico e incontrolable”, admitiendo que ambos eran almas gemelas.

Sin embargo, había un obstáculo: Priscilla Presley. En ese momento, Elvis ya tenía una relación con ella, lo que complicó cualquier posibilidad de un futuro con Ann-Margret. A pesar de esto, siguieron manteniendo el contacto incluso después del matrimonio de Presley con Priscilla.

El curioso error en la gran carrera

Uno de los errores más evidentes en la película ocurre durante la secuencia final de la carrera. El personaje del Conde Mancini, rival de Lucky, sufre un accidente impactante que parece dejarlo fuera de combate. Sin embargo, en la escena final de la boda, aparece completamente ileso, como si nada hubiera ocurrido.

Este tipo de inconsistencias eran comunes en las películas de la época, pero los fanáticos más atentos no tardaron en notar el extraño descuido.

El baile que robó el protagonismo

Uno de los momentos más icónicos de Viva Las Vegas es la escena de baile entre Elvis y Ann-Margret al ritmo de la canción principal. Sin embargo, muchos consideran que, en esta secuencia, Ann-Margret se roba por completo el show. Su energía y carisma en la pista eclipsaron incluso a Elvis, algo que rara vez ocurría en sus películas.

El coreógrafo David Winters fue el encargado de diseñar los movimientos de la escena, y el resultado sigue siendo impresionante incluso después de 60 años.

El error de sincronización labial de Elvis

Durante varias secuencias musicales, los espectadores más detallistas han notado que Elvis no sincroniza bien sus labios con la letra de las canciones. Este error de doblaje ha sido motivo de debate entre los fanáticos, aunque en medio del espectáculo visual y la enérgica interpretación de Ann-Margret, muchos ni siquiera lo notan.

La última despedida de Ann-Margret y Elvis

A pesar de que su romance no pudo continuar, Ann-Margret y Elvis siempre conservaron una amistad especial. El cantante tenía el hábito de enviarle ramos de flores con forma de guitarra cada vez que ella actuaba en Las Vegas. Sin embargo, en 1977, cuando no recibió ninguna, supo de inmediato que algo andaba mal.

Días después, Elvis Presley falleció, y Ann-Margret fue la única de sus coprotagonistas femeninas en asistir a su funeral. Su presencia demostró el fuerte lazo que los unió hasta el final.

Un legado que sigue vivo

A más de medio siglo del estreno de Viva Las Vegas, la película sigue siendo un clásico que captura la esencia de una época dorada del cine y la música. Con su inigualable energía, números musicales inolvidables y la innegable química entre Elvis Presley y Ann-Margret, sigue conquistando a nuevas generaciones de espectadores.

Si aún no la has visto, es el momento perfecto para redescubrir esta joya cinematográfica y viajar en el tiempo a la deslumbrante Las Vegas de los años 60.

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