Una familia entera pierde la vida en un accidente de helicóptero en Nueva York

Una jornada que prometía ser inolvidable por las vistas y la emoción del momento, acabó de la forma más inesperada. Una familia española que acababa de aterrizar en Nueva York vivió una tragedia que conmocionó a todos: el helicóptero en el que viajaban cayó al río Hudson apenas minutos después de haber despegado.

Las autoridades confirmaron que entre las víctimas se encontraba Agustín Escobar, un alto ejecutivo de la empresa Siemens, junto a su esposa Mercè Camps Montal y sus tres hijos, de tan solo 4, 5 y 11 años. Todos se encontraban en la ciudad como parte de unas vacaciones que apenas comenzaban.

El vuelo, operado por New York Helicopter, había partido desde el Bajo Manhattan alrededor de las tres de la tarde. Sin embargo, tan solo quince minutos después, la aeronave perdió estabilidad y cayó al agua. Aunque las causas exactas del accidente aún se investigan, algunos reportes iniciales señalan que el helicóptero pudo haber experimentado problemas de combustible poco después del despegue.

El panorama en el lugar fue descrito por testigos como inesperado y confuso. Algunos observaron cómo el helicóptero comenzó a perder altitud, girando de forma errática antes de impactar con el agua. Incluso se mencionó que partes de la aeronave se habrían desprendido en pleno vuelo. Los videos compartidos en redes sociales mostraron al helicóptero girando sin control antes de terminar boca abajo en el río.

Los equipos de emergencia actuaron con rapidez. Buceadores de la Policía y del Departamento de Bomberos de Nueva York recuperaron a las seis personas que iban a bordo. Cuatro de ellas fueron declaradas sin vida en el lugar del accidente y las otras dos, trasladadas a hospitales cercanos, lamentablemente fallecieron poco después.

Según trascendió, la familia había sido fotografiada minutos antes de abordar, luciendo sonriente, con chalecos salvavidas y protectores auditivos. Las imágenes, inicialmente visibles en la página oficial de la compañía de helicópteros, fueron retiradas tras conocerse el trágico desenlace.

Michael Roth, propietario de New York Helicopter, expresó estar profundamente afectado. Reveló que el piloto se había comunicado para advertir que necesitaba aterrizar de forma urgente, aunque poco después desapareció del radar. “Estamos devastados. No entendemos aún qué pasó. Mi esposa no ha parado de llorar desde entonces”, declaró.

La noticia también tuvo repercusión internacional. Donald Trump, expresidente de los Estados Unidos, publicó un mensaje en redes expresando sus condolencias y prometiendo que se esclarecerá lo ocurrido. “Es un accidente terrible. Que Dios bendiga a las familias afectadas”, escribió.

Entre quienes conocían a Escobar, las palabras fueron de profundo respeto y admiración. Juan Ignacio Díaz, colega del ejecutivo, destacó su templanza incluso en momentos difíciles. “Siempre encontraba la forma de mantener la calma. Era un hombre íntegro y muy dedicado a su familia”.

El incidente también obligó a cerrar temporalmente la navegación en la zona del río Hudson, lo que afectó varios servicios de ferry. Las condiciones climáticas al momento del accidente eran moderadas, con cielo nublado, buena visibilidad y vientos que alcanzaban los 30 km/h.

Vecinos de la zona relataron cómo vivieron los primeros instantes tras el impacto. Algunos confundieron el estruendo con truenos o el sonido de un motor fallando, hasta que las sirenas de emergencia confirmaron que algo grave había sucedido.

Las investigaciones sobre lo ocurrido continúan, mientras familiares, colegas y ciudadanos lamentan la irreparable pérdida. Una familia que llegó a Nueva York con sueños e ilusión, terminó siendo protagonista de uno de los episodios más tristes que ha vivido la ciudad en los últimos tiempos. La comunidad internacional se une en el dolor, enviando un mensaje de solidaridad y respeto a los seres queridos de las víctimas.

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