Demostró que todo el amor que se tienen es sicero
Ángela Aguilar y Christian Nodal sorprendieron con una boda un poco secreta. Hubo pocos invitados y no estuvo presente la prensa para vender la exclusiva. Todas las fotografías fueron publicadas por la pareja o por el mismísimo Pepe Aguilar en sus redes sociales.
Por lo anterior, poco a poco han ido saliendo todos los detalles que hubo en la ceremonia y la fiesta, por ejemplo, los múltiples vestidos que utilizó la cantante de regional mexicano a lo largo de la noche. También se dio a conocer el menú, por ejemplo, y uno que otro invitado e invitada que tuvo la suerte de asistir.
Ángela Aguilar y Christian Nodal sorprenden con una boda secreta
Ahora, se filtró también el discurso que Ángela Aguilar dijo durante la fiesta. Se acostumbra a que los novios digan sus palabras de amor frente a todos los invitados. La cantante se sacudió toda pena y dio palabras de gran cariño, de confianza, de mucho aprecio.
También hizo algunas referencias a la música que hacen ambos con palabras como “forajido“, entre otras tantas. Fue a través de Quien como se informó todo el mensaje que ofreció. También aseguró que aunque el tiempo pasó muy lento entre ambos, siempre supo que se convertiría en su esposa.
Este es el mensaje que dio Ángela Aguilar:
Quién hubiera dicho que después de tanto, después de todo, nos encontraríamos en el mismo lugar, sin los caballos, pero con tatuajes de sobra? Donde ‘casa’ se volvió un ser humano y donde ser ‘libres’ sólo tiene sentido si es ‘siempre y cuando juntos. ¿Quién hubiera dicho que una locura entre pantallas se convertiría en una vida por vivir?
Quizás el tiempo para nosotros no existe, lo digo porque cuando nos vimos por primera vez después de tanto, se sintió como si el tiempo nunca hubiera pasado, un abrir y cerrar de ojos. El mismo tiempo rápido que ahora pasa lento, tan lento que jamás pensé que el día llegaría, el día en que me convertiría en tu esposa, pero ahora sí, de verdad, jaja.
Me siento tan orgullosa del hombre que eres, del hombre a mi lado. Por algún motivo, la vida pensó que te merecía. Qué suertuda yo y qué generosa la vida.
Soñaba desde niña casarme con un príncipe azul, de un reino desconocido y lejano. Para mi sorpresa, mi príncipe terminó siendo un forajido y la tierra lejana de Caborca solo estaba a 1000 kilómetros de mi lindo Tayahua. Donde antes huía de tu vista, ahora es la única que busco. Qué paz amarte, qué privilegio haber coincidido, qué responsabilidad tan bonita el quererte.