Un hijo, tras el fallecimiento de su padre, puso a su madre en un asilo y la visitaba de vez en cuando. Un día recibió una llamada del asilo, informando que ella estaba muriendo. Fue corriendo a ver a su madre antes de que ella muriera y le preguntó: ¿Madre, qué quieres que haga por ti?
– «Quiero que coloques ventiladores en el asilo, porque el calor es insoportable, quiero que compres refrigeradores también, para que la comida no se malogre. Muchas noches tuve que dormir sin haber comido nada».
El hijo le dijo sorprendido:
– Pero ¿ahora me estás pidiendo estas cosas, mientras estás muriendo?, ¿Por qué no me lo dijiste antes?
La madre respondió triste: – «Yo me acostumbré a convivir con el hambre y el calor, pero mi miedo es que tú no puedas hacerlo, el día que tus hijos no te cuiden en casa y te envíen aquí cuando estés viejo. ¡Las cosas que estoy pidiendo SON PARA TI..!»
RECUERDA SIEMPRE:
Todo aquello que hagas en vida, te será devuelto…