El regreso triunfal de Shakira a México se convirtió en un escenario de controversia tras un inesperado desplante a Pepe Aguilar. Durante su concierto en Monterrey, parte de la gira Las Mujeres Ya No Lloran, la colombiana deslumbró a miles en el Estadio de Rayados, pero también dejó claro que no compartirá su brillo con el patriarca de los Aguilar. Lo que parecía una posible colaboración se derrumbó, dejando a Pepe humillado y a sus fans atónitos.

Ayer, Shakira reapareció tras siete años de ausencia en México, iniciando su show a las 21:00 con un atuendo plateado y sus icónicos movimientos de cadera. “Buenas noches, Monterrey”, exclamó antes de interpretar Girls Like Me, desatando la euforia. Con éxitos como La Tortura, La Bicicleta y un emotivo Acróstico junto a sus hijos en pantalla, la cantante conquistó al público. El cierre con Hips Don’t Lie y una versión salsa de Chantaje fue apoteósico, reafirmándola como una fuerza indomable. “México me acogió como en casa”, dijo, emocionada.
Sin embargo, el verdadero escándalo ocurrió tras bambalinas. Rumores de una colaboración con Pepe Aguilar habían circulado, alimentados por acercamientos entre sus equipos. Pero Shakira lo descartó rotundamente. “Ahorita no hay espacio ni tolerancia para vernos juntos”, habría dicho, según fuentes cercanas. La decisión no es casual: la colombiana, que promueve el empoderamiento femenino, ve incompatible compartir escenario con Pepe, criticado por su trato hacia figuras como Cazzu y otras mujeres en la industria. “Sería precipitado”, afirmó, priorizando su mensaje de independencia.
El rechazo es un golpe duro para Pepe, cuya influencia mediática no pudo contra la determinación de Shakira. Mientras ella brillaba con una producción impecable —pantallas gigantes, juegos de luces y 40,000 asistentes—, él quedó fuera, destrozado en su intento de subirse al tren de su éxito. “¿Cantar con Pepe? Tal vez en un restaurante, no en mi escenario”, bromeó un comentario que refleja el sentir de muchos. Shakira dejó claro que no necesita “padrinos” para triunfar, un mensaje que resonó entre sus seguidores.
La exclusión reafirma a Shakira como un ícono autónomo. “Mi talento y mi público son suficientes”, habría declarado, según Milenio. Esto no solo refuerza su narrativa de fortaleza, sino que envía un recado: los prejuicios y las dependencias no caben en su carrera. Mientras Pepe guarda silencio, sus fans se preguntan si este desplante afectará su reputación. ¿Fue una estrategia de Shakira para destacar su poder o un rechazo personal?
Monterrey no solo vibró con la música de “La Loba”, sino con un acto de empoderamiento que dejó a Pepe Aguilar en la sombra. ¿Qué opinas de esta decisión explosiva?